El Lolaberinto

verano en Italia

Me había propuesto este año reunir a varios de los amigos que últimamente tengo esparcidos por Europa. No han podido venir todos, pero sí nos hemos juntado cuatro en Italia. Hemos estado en Bolonia, Florencia, Venecia, Rávena y la costa del Adriático. Estas son algunas cosas que me vienen a la cabeza tras el viaje:

-Qué bonito es viajar. Esto es una obviedad, lo sé, pero no por ello voy a dejar de decirlo.
-Qué bonito es viajar con gente a la que quieres.
-En Italia conducen como les da la gana.
-Tienen millones de préstamos del inglés. El ratón de ordenador es mouse. Con un par.
-No he probado helados más ricos, eso es así. Gelaaaatto.
-El cuello del polo subido... ay, qué cosas.
-El italiano nace ya así, forja desde la cuna su postura ante la vida.
-Qué calor ha hecho... 40 grados en un tren de vuelta de Venecia sin aire acondicionado. Puf.
-Qué turistas somos los turistas...
-Casi todas las playas italianas son privadas. No puedes coger tu toalla y plantarte en la orilla, tienes que pagar una hamaca (que, por cierto, tiene un techito muy útil).
-Aquí se lleva el spritz.
-Y sonaron Mecano y Rosana de repente.
-La pizza no me ha parecido tremendamente especial y distinta. La pasta sí.

Dejo algunas fotos en esta galería. Habrá que volver pronto :)