fuera de lugar
Están mis padres por Madrid con tres matrimonios amigos suyos y hoy hemos ido a comer a un restaurante vasco de la Casa de Campo. Nunca vamos a comer a restaurantes caros, pero había un par de cosas muy buenas que celebrar y han tirado la casa por la ventana. Esto es un decir, claro, hemos salido a 32¤ por cabeza, que no es una barbaridad, pero tampoco es lo común. Y ha sido gracioso porque mientras nosotros habíamos reservado por El Tenedor (40% de descuento), mirábamos los precios de los platos (¡como para no mirarlos!) y elegíamos el vino de la casa, en las mesas de al lado la gente se sentaba y pedía sin mirar apenas la carta. Los entrantes, los que recomiende el chef, y el vino, un Sierra Cantabria, decía el matrimonio con hijos de mi edad que estaba junto a nosotros. El Sierra Cantabria costaba más de cien euros y ellos parecía que fueran a comer allí cada sábado, como quien va a comer paella a casa de los abuelos.
Cuando he ido al baño, se me ha atragantado un poco la comida al ver fotos de los reyes y otras autoridades colgadas en los pasillos del restaurante. Me he puesto a mirar Twitter, mucho más mundano, y he leído lo siguiente: -La Comunidad de Madrid multará con 750¤ a aquellos que cojan comida de la basura. -El PP de Terrassa condena el ataque antidemocrático sufrido por unos vándalos intolerantes que han puesto unas pegatinas en la fachada de su sede. -Mª Dolores de Cospedal considera que los escraches son "totalitarios, sectarios y nazismo puro". Al volver del baño con un cabreo tamaño XL, he ido directa a comentar las noticias con el resto de la mesa. Tras hacerlo, mi padre ha dicho "¿pero ésta gente dónde vive? ¿cómo se creen que es la sociedad real?". De repente, hemos mirado los dos a nuestro alrededor y nos hemos callado, claro. Y sí, esa gente es la élite política y social de este país y seguirán haciendo lo que les dé la gana para seguir siéndolo. Seguirán viviendo en su burbuja particular, aislados de la realidad y aduciendo una necesidad de justicia a su medida para evitar que los pringados de la clase media (y la escoria de la clase baja) se acerquen mínimamente a su exclusivo mundo. Si para ello tienen que empapelar con billetes a algún juez o cambiar las leyes que hagan falta, no dudarán en hacerlo, porque su concepto de justicia es así de especial. El fin, su fin, justifica los medios de sobra. Y el vino que pedimos estaba picado, el pan, duro, y la comida tampoco era para tirar cohetes, así de claro. |2013-04-13 | 21:00 | lolamentaciones | Este post | | Tweet
Referencias (TrackBacks)URL de trackback de esta historia http://lolamr.blogalia.com//trackbacks/73260
Comentarios
|
Van diciendoMail-andololaberinto-arroba-gmail.comPapeles viejos
Categorías
Otros cuentan- 1 de 3- Acertijos y más cosas - Comentaristas dispersas - Cuchitril literario - Cuentos mínimos - Decapitado por hereje - Efervescente2H - El lobo rayado - El musolari errante - Epsilones - Espejo Lúdico - Gaussianos - La ciencia para todos - La piedra de Sísifo - La vidriera irrespetuosa - La zona fótica - Lector constante - MalaCiencia - Por la boca muere el pez - Trapseia - Ventanas
Humor |