El Lolaberinto

el desfile

Ya han desfilado. Cientos, miles, cada uno con su uniforme, su trompeta, sus medallas y su cabra. Cada uno con una historia detrás del rojo de la banda, del azul oscuro del gorro o del dorado de las mangas. Miles, venidos de todo el país, andando con un ritmo casi cómico, rozando la marcha olímpica. Y con ellos, cientos de caballos han cerrado el desfile por el Paseo del Prado llenándolo de mierda, mierda que ya estarán limpiando los barrenderos del ayuntamiento (sus familias siempre se quedan hasta el final frente a la tele, pero el desfile de estos últimos nunca lo pillan las cámaras).

Para el que le guste, me parece estupendo, oye. Una marcha colorida, un ritmo marcado, un orgullo tremendo al pasar cerca del Rey... Eso me recuerda al otro "desfile" que paseará dentro de 10 días por ese mismo sitio, salvo que la marcha será verde, el ritmo lo marcarán los silbatos, miles vendrán de fuera en sus coches y el tremendo orgullo será por ser profesores, padres y alumnos de la educación pública. A ése puede ir cualquiera, aunque no vaya de uniforme ni tenga bandera. Puede ir de verde o del color que quiera, caminar como quiera, pasear por donde quiera y saludar a quien quiera. Puede venir el Rey si quiere, o Rubalcaba o Rajoy, será por erres.