historia de una huerta
A principios de los años 20, un notario, dueño de muchísimas huertas del pueblo, tuvo "dos hijos tontos" y ofreció a mi tatarabuelo que se hiciera cargo de ellos a cambio de, cuando estos murieran, obtener todas sus tierras. A mi tatarabuelo le llegó la citación para formalizar el pacto mientras estaba en uno de los casinos del pueblo (tiene tela que hubiera no uno sino varios casinos en esa época) y pasó del tema. Al cabo de los días cayó en la cuenta de lo que había pasado pero ya era demasiado tarde: los dos niños tontos habían sido dados a otra familia a cambio de las tierras. Él tuvo que pagar 10.000 pesetas a esta nueva familia por lo que ahora es nuestra huerta. Ea.
|2009-12-26 | 17:56 | coctelera | Este post | | Tweet
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