Anoche estuve viendo Camino. Se resume diciendo que es un peliculón. Habría mucho que añadir, como que todo (vestuario, fotografía, actores, guión...) está muy depurado, que quizá sobran un par de escenas médicas que no aportan gran cosa pero te dejan mal cuerpo o que sales del cine con una sensación de "ufff...." bastante considerable. Pero como yo ni soy crítica de cine ni pretendo ser nada parecido, sólo os recomendaría verla.
No he visto aún la adaptación de Los girasoles ciegos y no sé cómo habría funcionado esta película en los Óscars, pero desde luego, no habría dejado indiferente. Es de esas pocas pelis que da el cine español que sí hay que ir a ver.
Y metiéndonos en faena sobre el guión (no lean los que no quieran saber detalles de la película), llevo un rato buscando opiniones de todo tipo sobre lo que piensa el opus de la película, y es curioso porque los hay que están en contra y los hay que no, diciendo que esa es la realidad y así es como hay que vivir la enfermedad.
Por otro lado, al principio de la película se dice "inspirada en hechos reales", no "basada en hechos reales". Está claro qué es la ficción y qué lo que sí fue real, pero he buscado cosas sobre la vida de la chica en la que se inspira la película y en ese sentido es bastante fidedigna. Otra cosa es que la familia no quisiera que el nombre de su hija apareciera, algo que el director no sé muy bien cómo ha toreado (quizá porque le "dedica" la película y ahí es donde aparece el nombre).
No creo que sea una película en la que se ataque al opus dei. Más bien Fesser hace un intento de comprensión del opus desde dentro. Supongo que hay grados y grados, pero lo que yo conocía sobre el opus es así.
Otra cosa es la dureza de la peli en sí, fuera del opus: los personajes, la trama, la tensión.
Fesser es muy inteligente. Podía haber caído en una crítica burda al opus dei, y no. En España tenemos un problema: todo lo que huele a facha, religioso y/o tracidional/conservador se critica normalmente sin ningún tipo de conocimiento del tema, basándonos en las opiniones que tenemos a priori, bastante apasionadas, y normalmente condicionadas por lo que este país (y sus ciudadanos) ha sufrido (y mucho) a cargo de las instituciones que representan esos valores. Fesser ha hecho un trabajo estupendo de documentación: muestra una realidad, y deja que se caiga por su propio peso. Sólo necesita hablar del amor al dolor, del apego que tienen a la mortificación para que el espectador elija su camino (y nunca mejor dicho): o se acepta y se busca el sufrimiento o se lucha contra él. Y cada cual que saque su conclusión.
Yo personalmente creo que buscar la felicidad en el sufrimiento es como buscar comida en un plato vacío. Cuando tienes hambre, y te dan de comer un plato vacío, la fe no te va a llenar el estómago.
Jaja, me encanta el final del artículo que pones, insecto:
"Un numerario del Opus asistió al estreno. El único comentario que hizo a la salida se refería a una escena en la que se ve a miembros del Opus sentarse a comer: "Un numerario nunca se sentaría a una mesa sin mantel". ¿Hay que pensar entonces que todo lo demás es cierto?"