He de decir que me da mucha vergüenza admitir que nunca hasta hoy había preparado unas lentejas pero toda esa vergüenza se ha visto recompensada por la emoción que ha producido la primera cucharada. Qué maravilla. Uno va y mete todo lo que se le ocurra en una olla exprés (obviamente, hay cosas fundamentales dentro de "todo lo que se le ocurra", como las lentejas), espera 20 minutos, la abre (qué miedito...) y ¡tachán! Además, como yo soy un tanto tiquismiquis para la textura (sólo la textura) de las verduras, así, en versión-lenteja, no tengo ningún problema. ¡Que viva la olla exprés y que vivan las lentejas!
Ahora sólo me queda calcular las nuevas proporciones para evitar que la próxima vez me salgan lentejas suficientes para invitar a comer a todo Blogalia. O no. ¿Alguien se apunta? :)
Estoy a dieta (es lo que tiene compartir virus gastrointestinales con tres niñas) :(
Pero todavía recuerdo la primera vez que hicimos lentejas el Anónimo y yo y tuvimos que repartir cacharros de lentejas entre todos los amigos y aún así hubo que congelar una parte XDDD
Entiendo ese "gozo" de "las primeras lentejas"... Aún recuerdo mi primera experiencia en ese sentido, muy parecida.
¿Va a ser esto quizás el comienzo de una serie de "posts" sobre temas culinarios? Cuando queráis puedo compartir con vosotros una rica receta de una tarta que aprendí hace tiempo, y que siempre triunfa, pese a su extrema sencillez (y sin olla exprés, mira tú... :-D).
Jajajajaja, enhorabuena; cocinar es un placer y si se hace con "amor", el resultado puede ser delicioso, (no hay más que ver "Como agua para chocolate").
De: Anónimo (no iba a dar el nombre para contar esto)
Fecha: 2006-11-05 22:14
Pues qué casualidad, pero llevo tres días comiendo lentejas (hechas a fuego lento y en caldero) y podría matar a cualquier bicho... ya os imagináis cómo. A ver si se me pasa.