No es por no pensar, pero la palabra que define mi año también es cambios...
Si tuviese que elegir otra, creo que sería nefasto, pero prefiero no elegirla porque siempre se puede ir a peor, y porque supondría despreciar las cosas buenas que me han pasado este año (que sobre todo en los últimos meses han sido muchas)
Pues yo lo resumiría con dos palabras: cambios y esperanza, cambios por todo lo que has dicho, que esperemos sean para bien y esperanza porque creo que si todos los cambios que asoman son para bien, la cosa mejorará de cara al 2006.
Pero esto es hablar demasiado, ya se verá.
Raquel, esas dos cosas siempre son buenas. Por cierto, ¿te conozco? mmmm... es que me pongo a pensar en Raqueles y sólo me sale el duendecillo, pero creo que no tiene ee estilo al escribir :D
Ticilla, intensa, cierto, también me apunto ese adjetivo. ¡Guapa!
Clujín, ¿montañarrusa? jajaja... bueno... que sea ahora un tobogán de caramelo...
Vaya, Anónima, por si no quedó claro, volviendo a poner el punto sobre la i con eso de la tilde y la coma.
(Menos mal que no los ha puesto sobre el "como") :-DD
Si, parece como si estuviera poniendo los puntos sobre las íes y cruzando los palitos de las tés, que dirían los ingleses, y yo con estas erratas :)
Pero la verdad es que puse el comentario pensando en contar una historia pero no la encontré en san Google y el comentario quedó a medias.
Hoy he buscado el libro y la historia.
En la novela "los reyes malditos" de Druon, dicen que el amante de la Reina de Inglaterra hizo asesinar a Eduardo, Rey de Inglaterra, mandando una carta que le escribe un obispo:
Leyó lentamente:
"Eduardum occidere nolite timere bonum est"
Reflexionó un momento, y luego, volviéndose hacia el obispo:
"Eduardum occidere, eso se entiende bien; nolite: no hagaís...timere temer...bonum est: es bueno..."
Orleton [el obispo] sonreía.
"Hay que entender: "No mateís a Eduardo, es bueno que temaís... hacer tal cosa" prosiguió Mortimer [el amante], o bien ¿"No temaís matar a Eduardo, eso es una buena cosa"? ¿Dónde está la coma?
- La coma no está, respondió Orleton. La voluntad de Dios se manifestará por la comprensión de aquel que reciba la carta. Pero a la carta en sí misma, ¿quién puede reprocharle nada?
Pero no confiaban tanto en la voluntad de Dios porque la carta se acompañaba de instrucciones orales indicando que las acciones que fueran consecuencia de esta carta no debían dejar huellas...
Y el rey fue asesinado.
Enfin, de ahí la importancia de alguna comas, que, por otra parte, a mí siempre se me olvidan.