Cuando yo digo que no puedo cenar demasiado es por algo. Tras probar con Cortázar y acabar con Rayuela, tomar un vaso de leche caliente y dar mil vueltas, he admitido que cuando no puede ser no puede ser y además es imposible. No puedo dormir. Son las 4:08 de la madrugada del viernes al sábado y lo que ahora se lee en este blog fue escrito-está siendo escrito en aquellos-estos momentos. Como corro el riesgo de padecer una disfunción espacio-temporal, un aquí-allá, un nosequenicuándo si sigo así, me coloco en el presente pasado. Esto lo escribo con el único ruido de fondo de la respiración del Lobo Rayado, que duerme plácidamente a mi izquierda, a pesar del entrecot, a pesar.
El caso es que cuando no puedo dormir, algo que me ha ocurrido unas... dos veces en mi vida y ahora no recuerdo la primera... decía que cuando no puedo dormir me pongo a pensar en algo, en lo primero que me venga, sin vetos, sin censuras, lo que sea. Lo que se me ha venido (o se me está viniendo mientras escribo) a la cabeza es algo que ya he comentado alguna vez con algún amigo de Barcelona y que ahora me saldrá un poco atropellándose a sí mismo: ¿Qué nos hace cambiar de gustos? Seré más explícita. Con el paso de los años, que ya son 25, he notado que dejan de gustarme unas cosas y me empiezo a interesar por otras, puede que menos comunes (diciendo esto sin tener ni idea de lo que es lo común), y a veces me sorprendo a mí misma. Creo que a todos los pasa eso, unos acaban siendo raperos, otros se encierran a escribir durante dos años, otros son grandísimos aficionados o profesionales del cine... Todo esto aparece tarde o temprano. Si es muy temprano y destaca, se coge al niño en cuestión y se intenta que desarrolle esa habilidad (corriendo el riesgo de que a los 14 años se canse de Stravinsky).
El caso es que a mí, como a todos, me han ido viniendo una serie de intereses de forma gradual. Por ejemplo: ¿por qué empecé Rayuela hace muchos años y la dejé y ahora he disfrutado cada línea?, ¿por qué antes no me llamaría la atención los cuadros de Turner?, ¿por qué me empezó a gustar Mahler?... Se me ocurren varias posibles respuestas, algunas las deshecho de golpe, pero igual a otros les parecen válidas.
-Porque todos cambiamos, a veces a peor.
-Porque con la edad se van modificando los gustos y eso es así seas quien seas.
-Porque soy una envidiosa y me gusta lo que le gusta a los demás.
-Porque en el colegio e instituto sólo nos hablaban de Velázquez, Cervantes y Mozart, nunca pasamos del siglo XIX en Historia y luego nos sorprendemos al encontrar algo más allá.
-Porque durante la infancia y adolescencia todos se confabulaban para sumirme en el mundo de la Barbie, Alejandro Sanz y la revista SuperPop y yo, por pura rebeldía, decido pintar y escuchar a Sabina.
-Porque no sé ni lo que quiero.
-Porque los extraterrestres me abducen por las noches (motivo por el que yo creo que duermo bien normalmente) y me meten esas cosas en la cabeza.
-Porque en la época universitaria se conoce a gente muy interesante que te cuentan cosas más interesantes aún.
-Porque lo pone en la Biblia.
-Porque es una cuestión de abrir un poco la mente y aceptar conocer otras cosas, aun a riegos de que no nos gusten.
-Porque todos tenemos curiosidad (y gatos muertos).
-Porque lo dice Bush.
-Porque en realidad no me gusta leer poesía pero lo hago para quedar bien, porque viste, viste mucho.
-Porque yo lo valgo.
En fin, aun a riesgo de no dormir, creo que voy a apagar el ordenador, si no la lista de porqués acabará a eso de las 8 de la mañana. Si a alguien se le ocurren más, que lo diga. Buenas noches... o días.
De jovencito yo no era nada aficionado a los dulces, de hecho prefería los sabores amargos (ese café solo, por favor...) Con el paso de los años, sin embargo, cada vez me vuelvo más goloso (de momento el café ahora ya lo pido cortado, por ejemplo, y si puedo le echo dos sobres de azúcar...)
si, un poco es eso, no tiene mucho sentido, tiene un sentido global, pero son millones los detalles que se sueltan a lo largo de todo el libro, ya se lea directo (del capítulo 1 al 56) o pegando saltos (del 1 al 155 con el orden que él establece).
Creo que me están entrado ganas de escribir un post en gíglico... Algún día.
"porque nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos."
Neruda.
lo que viene a coincidir con los dos primeros apartados.
En cuanto al chocolate a mi no me gustaba nada, pero con el primer embarazo le cogí el gustillo y hasta hoy, que me voy comiendo a escondidas los huevos y las barritas kinder de las niñas :)
A lo que no acabo de cogerle el gustillo es al insomnio, que también es una novedad adquirida recientemente y que ha hecho que me aficionara a comentar en los blogs, pero del que podría prescindir sin mayor pena.
Lo mío fue previo a ver la peli, pero la peli me reafirmó. Creo que no la puse en el post sobre películas pero fue un olvido imperdonable. Que bueno que me la recordastes, manita (lease con acento mexicano) :)
estas cambiando de gustos lola?...aun hay esperanza................mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm....jajajaj
uno ocambia tan facilmente como se piensa.....hay cambios en los que te influye el factor social...que son perecederos, segun las modas....y luego estan los cabios personales...esos son ya mas complicados.
besitos....duermeeeeeeeeeee!
Hay un escritor, no me acuerdo cual, al que una vez le oí decir que para cada libro hay un momento en la vida. En muchos casos depende de la madurez intelectual de la persona, otras de las vivencias de ese momento... Hay muchas razones para que un libro en un momento no se pueda con él y en cambio un tiempo después te maraville (a la inversa también ocurre).
leí "Rayuela" en mi adolescencia pues era "fashion" o como sea que dijéramos en esos años. La leí luego y tampoco entendí ná. Lo único que me agradó de Cortázar es la vez que lo crucé en Buenos Aires, yo joven, con muchos amigos jóvenes, a la salida de una charla (él ya vivía en París). Esperábamos un sesudo discurso sobre lo que fuera, palabras sabias para grabar a fuego en nuestra memoria y repetirlas a los hijos y los nietos. Nos dijo que estaba cansado, que tenía ganas de un café y mientras lo seguíamos como podíamos mezclándonos en la muchedumbre de "paparazzi" le oímos decir que "los tapiales de Buenos Aires cuentan la historia de la ciudad" y que "me encanta leer en ellos lo que la gente escribe"...luego lo perdimos, lo que no es fácil dado el tamaño de aquel hombretón. ¿eso le contaré a mis nietos? Buéh...
Y si te ha dado insomnio, es porque mientras Lobo Rayado dejó Rayuela o no la leyó o, vos te quedaste rumiando sobre la cantidad de personajes que tiene ese libro y los detalles y, mi querida, con tanta gente y tantas cosas en la misma cama se puede hacer mucho, menos dormir;-)
Hablando en serio, todos cambiamos. Por suerte a veces, no me veo en minifalda haciendo cola para entrar a una Disco ("confitería bailable" en mi lejana juventud) ni gritando como poseída al oír un recital de Sandro (nada pierden si no lo conocen...) pero sí, eso hacía y no sé si no fuera porque no tenía depto. que no le eché las llaves con mi dirección a ver si se dignaba subir esa noche, como hicieron muchas. Ahora me parto de risa al recordarlo. Creo que el cambio fue para bien.
Sara dice una gran verdad; yo lo expreso de otra manera más general; "el maestro llega cuando el alumno está preparado". Libros, música, películas, incluso estilos de vida que eran mi ideal de juventud o rechacé con displicencia ahora significan otra cosa, o nada.
El cambio es señal de que estamos vivos.
Hace un mes me reencontré con mi hermano de crianza. Vivimos infancia y parte de la adolescencia como hermanos, éramos inseparables. Le tocó - como a todos - una época difícil y salió del país. Volvió hace poco, tres décadas de ausencia. Fuimos a tomar un café y demoré seis horas en encontrar en ese señor maduro, con marcado acento europeo, a mi amiguito de pantalones cortos...por delicadeza, él me dijo que estaba igual que la última vez que me vio. Me mintió, cosa que no debe hacerse entre amigos. Qué pena. Nosotros, los de antes, ya no somos los mismos...
Pero hay una ventaja: todo eso que era urgente y "había que hacer" empieza a dejar de serlo y, por sobre todo, POR SOBRE TODO, podemos darnos el lujo de decir "si" o "no" sin dar explicaciones, simplemente porque queremos hacerlo.
jo, Ner, ¿conociste a Cortázar? Uf... No sé, creo que los cambios que vienen porque vienen y dejamos que vengan sin pesnarlos mucho, suelen ser buenos, son los que nos conforman una personalidad que nos distingue de los demás y es como una tarjeta de presentación ante la gente que interesa.
Pero vamos, que ahora volveré a la monotonía de los días pasados, sin Lobo (que acaba de coger un avión para Madrid), con artículos, con TeX... creo que no voy a tener tiempo para pensar mucho...
si...es decir, lo VI (imposible no verlo era gigantesco), lo oí, lo olí (fumaba todo el tiempo) y lo sentí (miraba detrás de los ojos). Pero conocerlo, no...salvo lo que conté antes. Por cierto, me sirvió para darme cuenta que era tan normal como vos y yo y tu lobo y mi Cosme...o dicho a la inversa, que cualquiera puede intentar ser lo que desee. Lo que nunca nos perdonaremos es no haberlo intentado.
Los cambios, niña, vienen de fuera, y según estemos nosotros nos resultan buenos, malos...o neutros. Como en la evolución, dirán los que saben.
Pensar es como todo: en dosis bajas es medicina, en dosis altas puede matar.
necesito sabes el titulo de un cd deMahler gustar el pianista y las canciones o mejor dicho titulos de ese Cd x favor es para un trabajo y no encuentro informacion sobre el
Si alguien sabe como se llama el libre donde el personaje principal es una mujer a quien llaman la horripils, les agrsadecerìa enormemente que dieran la informaciòn. creo que es un autor mexicano.